Una vez conocida la sintomatología, se recomienda, por tanto, prestar atención al estado de la boca, así como a los cambios que se pueden presentar con el paso del tiempo. En el caso de que tengamos duda acerca de algunos de estos síntomas, es preferible consultar con un odontólogo de confianza cuanto antes para descartar la enfermedad o, en el caso de que ya haya aparecido, iniciar el tratamiento en una fase temprana.
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