Normalmente no le prestamos la atención que se merece a nuestra dentadura, le dedicamos mucho más tiempo a estar delgados o a tener una piel libre de imperfecciones, y no nos damos cuenta de que los dientes son para toda la vida. Nos acompañan a todas partes, y nos sirven para cumplir funciones básicas como comer y hablar, además de tener una función social, ya que es lo que se esconde tras tu sonrisa. Y tu sonrisa dice mucho de ti. Es imposible hablar con alguien y no fijarte en sus dientes, y lo queramos o no, influye en la percepción que obtenemos de la otra persona.
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